LA PRENSA DEPORTIVA EN ESPAÑA.

Sea como fuere, la prensa deportiva escrita ya no es lo que era en nuestro país y cada vez existe más sensacionalismo y menos profesionalidad en la mayoría de los medios de comunicación. Actualmente se busca llamar la atención a cualquier precio, se inventan noticias y problemas, se hacen campañas mediáticas dependiendo de intereses de terceros, no se contrastan fuentes de información, etc.

Esto ha llegado a tal extremo que hoy en día si ves un partido de fútbol y al día siguiente compras el periódico, encuentras una crónica que narra algo muy diferente a lo que en realidad sucedió. Si comparamos los diarios de uno u otro grupo de medios de comunicación las diferencias son aún notables. Pero es que si ya comparamos los diarios de una y otra región geográfica, nos encontramos con que, lo que para unos es blanco para otros es negro. Increíble. La objetividad y la profesionalidad se están convirtiendo en bienes cada vez más escasos, y todo el mundo se mueve ya por intereses y tráfico de influencias. Lo más grave de todo es que, por encima de intereses políticos o económicos, el principal perjudicado que se ve privado de su derecho a una información veraz y objetiva es el ciudadano de a pie.

Desde que tengo uso de razón he sido lector de prensa deportiva. Desde muy niño y en una época en la que no existían tantas fuentes de información, la compra de un periódico deportivo era la mejor forma de estar al día de todo lo acontecido en el mundo del deporte.

También existían otras formas como la radio o la televisión, pero el periódico siempre fue el periódico, siempre tuvo algo especial. Y es que nada como tener el papel en tus manos: las fotografías, el color (recuerdo cuando aún eran en blanco y negro!), la portada, la contraportada, las páginas centrales..una auténtica gozada.

Ahora los tiempos están cambiando. El papel se está perdiendo debido a los formatos digitales, y eso, junto con la crisis económica (crisis, excusa perfecta para todo) hace que cada vez sea más difícil vender un periódico. Sea cual sea el motivo, la realidad es que leer la prensa deportiva ya no es lo que era.

 Esta situación que puede ser una obviedad para cualquiera consumidor de prensa deportiva en España, no parece tan obvia para otros sectores de nuestra sociedad. Me da un poco de vergüenza que desde determinados sectores de nuestro país tachemos a la prensa de lugares como Inglaterra de sensacionalista. Antes de criticar a otros países deberíamos pregonar con el ejemplo y ser un poco más respetuosos tanto con los estamentos deportivos como con los lectores de este país.

Basta ya de fichajes falsos, de polémicas infundadas, de noticias no contrastadas, y de situaciones que solo crean tensión, confusión y frustración entre los aficionados al deporte y su esencia.

Cada vez son más los lectores que ya se están dando cuenta de esta falta de ética y valores, ¿para cuando se darán cuenta los responsables?