Tuesday, August 14, 2012

EL CESPED ARTIFICIAL ¿VOLVERÁN LOS CAMPOS DE TIERRA?

En España hace ya más de 10 años se propagó la fiebre por construir campos de césped artificial en lugar de los antiguos campos de tierra o albero. Todos los ayuntamientos y estamentos deportivos se lanzaron en una carrera contrarreloj por no ser el último en construir uno de esos flamantes tapetes verdes con fondo de caucho. Qué decir tiene que las empresas diseñadoras de este césped se frotaban las manos.
En su momento todo parecían ventajas y comodidades: son más cómodos, no levantan polvo, siempre están en perfectas condiciones, el balón rueda mejor, son sostenibles… Pero nadie pareció pensar en cómo esta superficie podría afectar a la salud física del deportista.

Pues bien, 10 años más tarde se están empezando a ver las consecuencias y no parecen ser nada alentadoras: muchos estudios confirman  al césped artificial como una de las principales causas  en la aparición de sobrecargas articulares y musculares, roturas de ligamentos y meniscos o quemaduras en la piel por caer en esta superficie durante el transcurso del juego.

El estado del césped artificial ya no es tan flamante, tan alto, tan atractivo, incluso diría que no parece ni tan verde. El desgaste debido al uso, su mal cuidado o simplemente un mal diseño por parte de los fabricantes han hecho que esta superficie ya no sea tan querida como años atrás.

Es evidente que, como todo en esta vida, el césped artificial  poco a poco mejorará en diseño y prestaciones, pero parece poco viable que en España se viva otra revolución que haga que todos los campos de fútbol de nuestro país se vuelvan a construir de nuevo. Por suerte o por desgracias existen campos de césped artificial para rato.

De esta manera, ¿cuál será la solución? La hierba natural siempre ha sido y será lo más cómodo, pero también lo más costoso y delicado en cuanto a mantenimiento. Los clubes de élite incluso disponen de superficies que mezclan hierba natural y artificial con un resultado excelente, pero esto último también parece inviable para el resto de equipos de nuestro país…
Complicada situación la que se avecina. Aspectos externos influyentes como las botas de fútbol poco a poco están consiguiendo adaptar sus diseños a estas superficies (cosa que al principio tampoco pasaba siendo un agravante más para el físico del deportista) para evitar en lo posible lesiones de gravedad.

Quién nos iba a decir que íbamos a echar de menos los antiguos campos de tierra…

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