El futbolista español está de moda. Desde que España ganó el mundial en Sudáfrica todo son elogios hacia el fútbol y el estilo del fútbol español. A nivel de selecciones estos elogios son para la selección Española, pero no debemos olvidar que en equipos de club esos elogios se los lleva el F.C. Barcelona, que desde hace años despliega un fútbol casi imparable y muy atractivo para el espectador.
¿Pero por qué de repente el futbolista español triunfa? Algunas de las razones responden a la propia evolución del fútbol. Hace 10 años el futbolista deseado era aquel que era alto, de físico imponente, e incansable en el esfuerzo. Entonces daba igual que este futbolista no supiera dar un pase a 2 metros, ni parar la pelota. Lo que se pretendía era que corriera e hiciera el trabajo sucio. Al principio este modelo de futbolista solía ser tan solo un centrocampista de corte defensivo por equipo, pero con el tiempo se fue extendiendo su presencia a más posiciones y los equipos se fueron llenando de jugadores de estas características. Con esta evolución los equipos ganaron en presencia y despliegue físico, pero perdieron en casi todo lo demás.
El futbolista que triunfa hoy es todo lo contrario. Su físico no es en muchas ocasiones atlético, ni su presencia imponente, pero ha sido enseñado y criado en los conceptos más importantes del fútbol. Así, encontramos que el futbolista del futuro triunfa en aspectos tácticos y técnicos, presentando un gran sentido de lectura del juego, y a la vez demostrando cualidades técnicas que le permiten ejecutar con éxito la acción indicada en el momento justo. Aquel fútbol "físico" ha dado paso a un fútbol de salón exquisito en aspectos, técnicos y tácticos y que bien ejecutado vuelve locos a los rivales.
El físico, no obstante, sigue teniendo mucha importancia, pero ya de otra manera. Los estudiosos del fútbol afirman que para triunfar en el fútbol profesional actual un jugador debe reunir, al menos, una de las siguientes cualidades: velocidad, rapidez o fuerza. La velocidad del juego actual sin duda que obliga a que los futbolistas necesiten de por lo menos alguna de estas cualidades físicas para poder triunfar. No obstante, las canteras de los grandes equipos (especialmente la del Barça) saben que por encima de potenciar estas cualidades físicas durante el periodo de formación del chico, existe la premisa de potenciar al jugador tanto técnica como tácticamente para alcanzar el éxito.
Y es ahí cuando llegamos al futbolista español. Jugadores inimitables y que han roto moldes en el fútbol actual, como Xavi, Iniesta, Mata, Villa, Silva, Pedrito, Bojan, Pablo Hernández o Cesc Fábregas, entre otros. Estos destacan, más que por su físico, por su rapidez a la hora de interpretar el juego y por su velocidad a la hora de poner en práctica lo que piensan. Antes de que les llegue el balón ya saben dónde lo van a pasar, y gracias a su físico habilidoso y a su rapidez nadie a día de hoy puede pararlos. Si a esto le unimos que, como decimos, el conocimiento táctico ha evolucionado una barbaridad, nos encontramos con futbolistas "tipo" totalmente diferentes a los que existían hace unos años.
En el momento en que dejamos de importar ideas de otros países de cómo era el futbolista ideal y nos pusimos a buscar nuestro propio tipo de futbolista, empezamos a construir algo grande, una identidad. Ahora resulta que todos miran a España intentando importar ellos nuestro concepto de fútbol, pero hasta que lo consigan pasarán años, y mientras tanto seguiremos disfrutando.
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